Neil deGrasse Tyson, del Planetario Hayden, se queja de que los jóvenes que están creciendo ahora en las grandes ciudades (él creció en el Bronx) no saben ni sabrán que existen las estrellas. Esta imagen, generada con el programa Stellarium, muestra la diferencia entre el cielo en la ciudad y en el campo, dramáticamente.
La contaminación lumínica es un peligro para la vida salvaje al tener un impacto negativo en la fisiología de los animales y las plantas. La contaminación lumínica confunde la navegación de los animales, altera las interacciones de la competitividad, cambia las relaciones presa-depredador y produce daños fisiológicos (Wikipedia), y además es un problema para los astrónomos.
Pero también es un increíble desperdicio de energía y un gran productor de CO2. Cada fotón que llega al espacio es un desperdicio de energía.
Por ejemplo en Australia,
el alumbrado público es la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero de las administraciones locales, entre el 30 y el 50% del total. Hay 1,94 millones de farolas -una por cada 10 australianos-consumen 1,035 GWh de electricidad y son responsables de la emisión de 1,15 millones de toneladas de CO2.
¿A qué esperamos para cambiar este absurdo desperdicio?
Vía :: Treehugger
Muy buen post me sera muy practico necesito buscar más , al respecto gracias